domingo, 10 de agosto de 2008

Bajarse del mundo, subirse a la ventana

Bajarse del mundo, subirse a la ventana

En mi ventana las cosas son distintas.
Realmente distintas. Cómo bajarse del mundo estando subido en él? Dejando la mente en blanco.
Inhalas. Inhalas humo con sabor caracteristico, con un olor diferente. Esa calada que te transporta ha otro lugar, esa calada que te hace bajarte del tren de la civilización y te deja justo donde quieres estar. Y lo expulsas, lo dejas ir porque dentro de ti se ahoga, se siente encerrado. Es como el preso dentro de una celda, como el pajaro dentro de su jaula, que solo quiere volar. Volar y no volver nunca más con su opresor. Quiere y desea estar en sintonia con su madre tierra, notar sus vibraciones y vivir por ella. El humo no te pertenece, pertenece al viento. El mismo que te da en la cara y te recuerda que la vida es tan magica y misteriosa que merece ser vivida. Es el mismo aire que hace funcionar los viejos pulmones de este planeta. El mismo aire, que ha pesar de estar contaminado, te da vida. Pero el aire tampoco te pertenece, el también quiere ser libre, pero es tan sabio que te esclaviza y lo necesitas para vivir. Él te da una tregua; te da vida, si lo dejas escapar. Y si lo dejas escapar volvera a llenar tus pulmones de vida.
E inhalas, y entre la oscuridad observas las demás personas como atrapadas en sus estrictos horarios mantienen pequeños segundos de vida con sus familiares, a pesar de saber que no se quieren ver. Ellos nunca sabrán los momentos casi orgasmiscos que se pueden llegar a vivir en una tránquila noche de verano sin necesidad de compañia. Y se acaba. Se acaba esa pequeña sustancia que te ha hecho vivir con tranquilidad, como si nada estubiese pasando a tu alrededor y el genocido capitalista se hubiese parado solo para tí. Para que disfrutes. En ningún momento has pisado la hierba, ni un bosque, ni una playa nocturna. pero te da la sensación de a ver estado en sitonia con la naturaleza, de a ver respirado un aire limpio, libre, un aire de libertad.
Te ha gustando tanto ese trocito de vida que le has robado a la megamáquina, que decides alargarlo un poco más, en la oscuridad de tu habitación, asomado a tu ventana. Mientras la gente vive sus roles. Tu estás viviendo tu vida.
Miras el reloj y te das cuenta de que no ha pasado apenas tiempo, llega la compañia y te transportan a la realidad. Pero ya pasado el golpe de vida comprendes, entre drogas digitales, que has pasado uno de los mejores momentos de tu vida.

lunes, 7 de julio de 2008

Desarticular la estrategia aislacionista de los medios de comunicación contra el antifascismo

Desarticular la estrategia aislacionista de los medios de comunicación contra el antifascismo

x Coordinadora Antifascista de Madrid

"Los extremos se tocan", esa es la máxima difundida por los medios de comunicación en las últimas semanas, cuya esencia es igualar a la juventud antifascista con los neonazis. Curiosamente los jóvenes solidarios y antirracistas son igualados con aquellos que defienden el racismo y la xenofobia.

"Yo también soy antifascista"

"Yo también soy antifascista", decían alegremente Mercedes Milá y Esteban Ibarra el pasado 19 de junio en el programa basura "Diario de… Los extremos se odian". Es decir, ponían sobre la mesa la existencia de un supuesto antifascismo democrático, que reivindica valores solidarios pero siendo respetuoso con el sistema capitalista y sobre todo "sin usar la violencia". Con este argumento pretendían trazar una línea divisoria entre el antifascismo demócrata y el antifascismo violento. Según esta tesis, el supuesto empleo de la violencia es el método básico que iguala a antifascistas con los fascistas, utilizando ambos grupos formas de expresión igualmente "radicales" y "extremas".

El objetivo de insistir con esta argumentación es el de aislar socialmente al movimiento antifascista real, al que lucha en la calle porque entiende que el fascismo es una herramienta del capitalismo para amedrentar a los sectores sociales en lucha por los derechos básicos de las personas y que entiende, además, que no es democrático el sistema que privatiza la sanidad, que mercantiliza la educación, que precariza el trabajo, que vive junto a las mafias inmobiliarias y junto a la corrupción institucional. Es decir, no existe un antifascismo "democrático" que no combate el sistema capitalista ni planta cara a sus guardianes callejeros: los nazis.

“Los antifascistas buscan un muerto”

Los medios de comunicación se han hartado recientemente de publicitar listas de supuestas agresiones de grupos antifascistas contra grupos neonazis. Pero lo que no hacen es difundir la otra lista, la lista de cómo empezó a fortalecerse la autodefensa antifascista, de cómo los antifascistas se están autoorganizando para combatir a los nazis en un mero acto humano de supervivencia y de lucha politica. "Después del asesinato de Carlos Palomino, los antifascistas buscan un muerto, vengar su muerte", señala la prensa. Pero lo que no dice es que en el 2007 un hombre congoleño se quedó tetrapléjico en Alcalá de Henares tras una paliza neonazi, que en el 2005 el joven madrileño Ramón recibio una puñalada cerca del corazón en San Sebastián de los Reyes, que Roger fue asesinado por un neonazi en 2004 en Barcelona..., y así una larga lista de salvajes agresiones.

Desde el año 1991 han habido al menos 38 asesinatos a manos de neonazis. Las víctimas son inmigrantes, mendigos, jóvenes antifascistas e incluso jóvenes sin ideología específica.

El pasado mes de noviembre de 2007, hubo 3 agresiones nazis conocidas antes del desdichado 11 de noviembre en que fue asesinado Carlos Palomino. Dos de ellas contra inmigrantes y una contra jóvenes de izquierdas. En todo el mes de noviembre de 2007 se han contabilizado 21 agresiones ultraderechistas; en el mes de diciembre de 2007 al menos 18; en el mes de enero de 2008 al menos 24 agresiones; en el mes de febrero de 2008 al menos 18... estos datos se puede confirmar recopilando información de medios de comunicación alternativos e incluso en ocasiones de pequeñas noticias de la prensa convencional, como el caso de El País, que informó de un “informe Raxen” que aseguraba que en el año 2007 se produjeron 600 agresiones neonazis (casi 2 cada día de media).

Las agresiones violentas a manos neonazis, en algunos casos con muertes incluidas, se han sucedido todos los años y el asesinato Carlos ha sido, de momento, el punto culminante de la tendencia al alza del fascismo en el estado español. Además, desde el 11 de noviembre de 2007, en Europa han sido asesinados a manos de grupos neonazis Jan Kucera (18 de enero de 2008, República Checa), Alexei Krylov (16 de marzo de 2008, Moscú) y Nicola Tommasoli (5 de mayo de 2008, Italia).

Es decir, quienes matan y buscan muertos activamente son los neonazis. Y quienes ponen los muertos y sufren la amenaza de la violencia neonazi son los inmigrantes, mendigos, homosexuales, antifascistas y activistas anticapitalistas en general. Eso no lo dicen los medios de comunicación, no dicen que el resurgir de la autodefensa antifascista es producto de la permanente violencia extrema de los neonazis, y por tanto es absolutamente legítima. No dicen que las fuerzas de seguridad del estado son viveros de fascistas, no hablan de las conexiones descaradas (muchas veces familiares) entre la policía y los nazis o del entrenamiento que reciben jóvenes fascistas en el ejército español. Pareciera casualidad que el asesino de Carlos Palomino fuera nazi y militar, pero no lo es.

“El asesinato de Carlos desencadenó una oleada de altercados”

La prensa intenta que la opinión pública relaciones el asesinato de Carlos con palabras como “disturbios”, “violencia”, “bandas”..., desvirtuando el legítimo clamor antifascista ante un hecho tan doloroso e injusto como el ocurrido en metro de Legazpi el 11 de noviembre.

“El asesinato de Carlos desencadenó una oleada de reyertas y altercados para vengar su muerte”, decía el reciente montaje televisivo de Mercedes Milá, ocultando intencionadamente que tras el asesinato fascista hubo principalmente movilizaciones populares de carácter pacífico. Una de ellas tuvo lugar en el distrito de Usera convocada el 15 de noviembre por la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos de Usera. Al día siguiente tuvo lugar otra manifestación, esta de enormes dimensiones, convocada por la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos de Vallekas. Miles de vecinos antifascistas salieron a la calle para repudiar el asesinato de Carlos. No sólo eso, además la Delegación de Gobierno permitió varias movilizaciones de ultraderecha esos días al tiempo que prohibía la manifestación de la Coordinadora Antifascista de Madrid del 24 de noviembre, que se preveía pacífica y de participación masiva.

Posteriormente se han realizado otras movilizaciones como una concentración convocada por Madrid antifascista el 9 de febrero frente al Tribunal Superior de Justicia de Madrid contra la legalización de actos fascistas y xenófobos, pero de esto no se acuerda la televisión.

Los medios de comunicación pretenden borrar de la historia multitud de movilizaciones que siguieron a la muerte de Carlos, y centrarse exclusivamente en determinados actos de autodefensa ante provocaciones neonazis, como fue el intento de concentración legalizada que realizó el partido nazi Nación y Revolución en la plaza Tirso de Molina el 29 de febrero. Esta concentración, que no duró ni diez minutos, fue permitida por las autoridades pero prohibida por la acción de vecinos del barrio y del movimiento antifascista.

Así mismo, la Coordinadora Antifascista de Madrid intentó realizar una concentración “contra la criminalización de los Movimientos Sociales” el pasado 5 de abril en Tirso de Molina. La concentración fue prohibida por la Delegación de Gobierno y aunque se realizó igualmente, los medios de comunicación no aparecieron previendo que, al ser pacífica, no habría carnaza para vender como “altercados”.

Es el gobierno quien da vía libre a los nazis e impide el desarrollo y crecimiento de un movimiento antifascista popular, prohibiendo muchas de sus movilizaciones y ocultando sus raíces barriales y obreras. Son los medios de comunicación los que adaptan la “realidad” a los intereses gubernamentales.

COORDINADORA ANTIFASCISTA DE MADRID

www.nodo50.org/antifa

martes, 24 de junio de 2008

El pensamiento propio como ideología.


Las ideologías están inventadas, son un camino prefijado, basadas en escritos y conclusiones que poco o nada tuvieron o han tenido que ver contigo.

Las ideologías son como la mayoría de los partidos u organizaciones. Tienen a los ideólogos/as y a quien las sigue. Las ideologías no están adaptadas a ti, sino que eres tú la que se adapta a ellas.

Tus conclusiones como persona no pueden contradecir a las ideas centrales, tan solo variar dentro de las múltiples corrientes. Por ejemplo, si eres marxista tus conclusiones variaran desde si ves al partido con buenos ojos (leninista, troskista, stalinista, maoísta) o no (luxemburguista, consejista, autonomista) y así un largo etcétera. En el caso del anarquismo lo mismo, si crees en la propiedad privada del individuo (mutualista), o si piensas que cada persona debe recibir según su esfuerzo (colectivista) o lo que necesita (comunista). Y así un largo listado, como rechazar toda violencia o no, querer destruir el poder o verlo como una parte de nosotras mismas, etc.

La gracia de todo esto está en que nosotros mismas nos negamos el derecho a la contradicción, caemos en dogmatismos y en sectarismos. Nos convertimos en autoritarias y eso hace que seamos nuestras propias enemigas.

¡Las ideologías no nos dejan pensar!

No es contradictorio ser pacifista y ver en la violencia una herramienta más, no es contradictorio apoyar la autonomía del individuo y a la vez la del pueblo. ¡Las ideas deben venir de nuestras propias conclusiones y no al revés!

No debemos auto-encerrarnos en ideas prefijadas. Como decía Fuster “reclama el teu dret a cambiar d´opinió”.

La no ideología, es la idea del futuro, la idea del debate, la herramienta más útil de pensamiento. Son las ideas las que han movido el mundo, la historia.

Olvidémonos de la vieja dialéctica del siglo XIX. Renovemos, creemos ideas, saquemos conclusiones propias. La verdad no la tienen las antiguas pensadoras ¡Ni siquiera las grandes! Simplemente son ideas, son sus propias conclusiones. Ellos y ellas sí que lo hicieron, pensaron. Vivieron su vida, y partiendo de la realidad del momento se hicieron a si mismos y mismas. Vieron el mundo, intentaron comprenderlo y a partir de ahí sugirieron formas de transformarlo. No estoy hablando de dejar de leerlos y leerlas, nos pueden ayudar y mucho. Estoy hablando de no dogmatizarlos, que quede claro que hay cosas que no habríamos pensado si no hubiésemos leído a grandes autores y autoras. De lo que estoy hablando es de que la persona revolucionaria debe aprender a ser filosofa y eso implica el pensamiento propio.

Dejemos ya de idolatrar a antiguas líderes y pensadoras. Cada persona vive una realidad distinta, unos hechos que la llevan a situaciones que nada tienen que ver con la de los demás, por lo tanto sus experiencias la deben llevar a diversas conclusiones.

En el pensamiento propio estás las respuestas. No las busques en Marx, Bakunin, Lenin o Durruti. Crealas. Se consciente de lo que hay a tu alrededor y busca soluciones. Ahí reside el pueblo, en la diversidad de sus gentes. Y nunca en la homogeneaización


sábado, 21 de junio de 2008

Som


Potser ens hages vist pels carrers, per les periferies i barris més antics.
Potser ens hages vist a la televisió, a la premsa escrita i fins i tot ams els teus ulls en qualsevol manifestació.
I potser et preguntes "Qué vol aquesta gent?". Tal vegada ja tingues una resposta "no volen treballar", tal vegada ja hages pensat "son uns radicals".
Però som més que això, som els teus somnis més profunds. Som els teus desitjos. No som ni estudiants, ni la "working class". No som res, perque ho volem tot. Televisió, cotxe, drogues dures... ens han tornat buides. Ho tenim tot, però no som res.
Som els inconformistes, i al no ser res, volem ser-ho tot. No volem millors televisions, volem vore amb els nostres ulls. No volem nous cotxes, volem sentir la gespa als peus. No volem governants, perque volem ser lliures i uniques!.
Ens enfrontem al consumisme, al feixisme, a l´estat, fem barricades i ens comportem mal. Portem les cares tapades, no per a que no ens reconeguen, sino perque volem ser anonónims. Som la resistència. La resistència anticapitalista. No em viscut una guerra pero sabem que és al sang. No em passat fam, però sabem que és la mort. Ens han fet creue que la felicitat es pagaba amb diners. Som els fills i les filles de la societat de consum i anem a trencar amb tot.




  • "Si estás leyendo esto, el aviso va dirigido a ti. Cada palabra que leas de esta letra pequeña inútil, es un segundo menos de vida para ti. ¿No tienes otras cosas que hacer? ¿Tu vida está tan vacía que no se te ocurre otra forma de pasar estos momentos? ¿O te impresiona tanto la autoridad que concedes crédito y respeto a todos los que dicen ostentarla? ¿Lees todo lo que te dicen que leas? ¿Piensas todo lo que te dicen que pienses? ¿Compras todo lo que te dicen que necesitas? Sal de tu casa, busca a alguien del sexo opuesto. Basta ya de tantas compras y masturbaciones. Deja tu trabajo. Empieza a luchar. Demuestra que estás vivo. Si no reivindicas tu humanidad te convertirás en una estadística."

Tyler

martes, 10 de junio de 2008

Se acabó la cacería.


7 De junio de 2008. 19:45. Llevamos desde las 18:20 aguantando la presión policial. El ambiente está caldeado. Gritos en recuerdo a Guillem y Carlos. La rabia nos hace ponernos tensos. Sabemos que están, van a pasar. Los enemigos de la libertad, los terroristas legalizados. No queremos que pasen y si la policia lo permiten "No pasarán!".
Se ven banderas fascistas, "vamos ya están allí". Nuestros gritos son mucho mayores, somos más y ellos lo saben. La mayoría agacha la cabeza, solo los militantes nazis nos halzan la mano. Intentan hacer oir su voz por encima de nuestra rabia. Pero no pueden. Al grito de "nazis no" "vosaltres feixistes sou els terroristes" "el rico señala el nazi apuñala", el pueblo revolucionario torrentino avanza sin temor. Ellos se paran, quieren hacerse ver. La policia nos impide el paso. El sudor, caras tapadas, la adrenalina se dispara. Los asesinos, genocidas y racistas están a 20 metros de distancia. Somos más y estamos convencidos de que podemos con ellos. Al final se van. Hacen creer que por tener a la legalidad de su lado han ganado, pero en el fondo saben que no. Se acabaron vuestros momentos de gloria, ahora nos toca mover ficha a nosotr@s. Torrent no agacha la cabeza. La lluita antifeixista vencerà! Se acabó la cacería, cerdos.

sábado, 24 de mayo de 2008

Entrevista a Miguel Amorós sobre el TAV

Esta entrevista, junto a otras, saldrá próximamente en un DVD contra el Tren de Alta Velocidad, por cuestiones de espacio no podrá entrar entera, así que aquí podéis leerla completa.

¿Qué es el TAV?


Antes que nada conviene aclarar que en una sociedad como la nuestra, donde tecnócratas expertos dirigen todos los aspectos de la vida y donde la libertad no es sino otro nombre del despotismo, el lenguaje no es un medio de comunicación entre personas libres, sino la herramienta por la cual los dirigentes transmiten sus ideas y sus órdenes a las masas dominadas. Cada palabra, especialmente si es un neologismo, sostiene una realidad opresiva disimulada tras una apariencia técnica. Sabemos que la técnica no es neutral ni el neologismo tampoco. Así pues por TAV no podemos entender simplemente un artilugio que marcha a 300 km/h. El TAV es el emblema tecnopolítico de la mundialización. En tanto que trasporte preferido de los dirigentes en la media distancia, es una condición necesaria de la economía globalizada; en tanto que figura política del marketing internacional ciudadano, es la pura Razón de Estado.


¿Por qué ahora hay tanta prisa con el TAV?


El TAV ha de construirse cuanto antes porque los intereses del poder así lo requieren. No se trata tanto de ganancias inmediatas, como por ejemplo las de las constructoras de obra pública, los fabricantes de trenes o las empresas de seguridad; tampoco de intereses privados ligados a oligarquías locales; mejor es cuestión de intereses generales relativos a la clase que domina el mundo, y del mundo tal como resulta del dominio de esos intereses. Cuando la población se concentra en unas pocas regiones metropolitanas, la acumulación ampliada de capital depende mucho más de la circulación, incluida la circulación de ejecutivos financieros, empresariales y políticos. Éstos necesitan un medio de locomoción más eficaz que el avión entre dos sistemas suburbiales, es decir, entre dos megaciudades: ese es el TAV.


¿Qué beneficios aporta?


La respuesta depende de si la pregunta se hace a los dirigentes o a los dirigidos. Para los primeros el beneficio es incuestionable, puesto que todo lo que contribuya a la movilidad colabora en la transformación del mundo conforme a su interés. La “intermodalidad”, es decir, la coordinación de las distintas formas de transporte, sería un buen ejemplo del mundo de los ejecutivos, donde “los rápidos se comen a los lentos”. Sin embargo, todo lo que resulta ventajoso para aquellos, forzosamente ha de resultar perjudicial para los demás, pues refuerza su sometimiento y su alienación.


Pero ¿y la rapidez?


Si el criterio racional contara, la fórmula perfecta sería un tren de bajo impacto que combinara celeridad y precio. Tales trenes existen y además competirían con las autopistas. Sin embargo para la clase cuyo tiempo es oro, una ganancia de segundos significa un lucro importante, por lo que la velocidad goza de prioridad absoluta. La alta velocidad de los trenes es la alta velocidad de los negocios.

Sin embargo, lo que es bueno para la economía ¿no es de alguna forma bueno para todos?


Más bien lo contrario. Si la riqueza se concentra, la pobreza se difunde. Indudablemente los bancos, los especuladores inmobiliarios, las refinerías, la industria turística, el comercio de coches y el sector logístico, van a amasar mucho dinero. Habrá migajas para unos cuantos. Pero en la medida en que se terciariza la economía con la inestimable ayuda de ese caballo de Troya en forma de tren, se imponen para la mayoría las condiciones de trabajo y de vida que le son propias: precariedad, salarios ínfimos, horas extras, hipotecas, vivienda indigna, transporte público infame... Eso es todo lo que saldrá ganando la mayoría.


¿Qué consecuencias tiene el TAV para las ciudades?


Las ciudades “situadas en el mapa” por el TAV acumulan población y, por lo tanto, van extendiéndose como mancha de aceite hasta penetrar en las provincias adyacentes. Mientras el centro de la ciudad original se museifica y peatonaliza para devenir mitad parque temático, mitad centro comercial, la periferia pierde sus límites y se transforma en un entorno artificial, caro, invadido por vehículos, ruidoso, contaminado e insalubre tanto física como síquicamente.


¿Qué papel juegan las estaciones?


Son los edificios por donde llegan las elites de la globalización; arquitectónicamente representan sus valores, sus delirios, su falta absoluta de sensibilidad y su mal gusto. Evolucionan hacia un híbrido entre el centro comercial y el complejo hotelero, pues la intención es que el transporte acabe siendo una actividad económica entre tantas, exactamente igual que sucede con los aeropuertos. La estación del TAV determina un reordenamiento total de la barriada donde se ubica que se convierte en un auxiliar monitorizado de la estación, a través de cuyas pautas toda la ciudad va a remodelarse. La estación en realidad es la ciudad futura en pequeño. Contiene una promesa de ciudad radicalmente distinta, carcelaria y consumista a partes iguales, que sólo espera inversiones para desplegarse.


¿Qué significa el TAV para el conjunto del país?


El TAV contrae el espacio a la vez que la economía lo coloniza. Tiene pues un efecto centralizador. Las conurbaciones quedan conectadas entre sí como densos nódulos de una red gobernada por un enjambre electrodirigente. El territorio resulta agredido de mil maneras, quedando fragmentado, desequilibrado y reducido a decorado paisajístico.


Entonces ¿hay que ir contra el progreso?


Solo si el progreso significa despilfarro energético y dilapidación de recursos, desequilibrio territorial, cultivos transgénicos, líneas de muy alta tensión, motorización, centrales nucleares, neurosis y exclusión social. El TAV es esa clase de progreso.


¿Cómo funciona la lucha anti TAV en Cataluña?


Desgraciadamente en Cataluña una lucha de esas características no existe. Lo que hay es una oposición farisea, mediatizada por partidos y alcaldes, que se opone a determinados trazados o que exige soterramientos, pero que no cuestiona la necesidad del TAV, ni mucho menos se interroga sobre la sociedad que lo reivindica. Las plataformas cívicas anti TAV hablan el mismo lenguaje que el poder que lo construye y concuerdan con sus fines. En sus métodos no buscan provocarlo, sino abrir vías de diálogo y colaboración institucional. Pero sucede que por propia naturaleza el TAV no puede permitirse demasiada flexibilidad y tiene poco que ofrecer aparte de dinero. Normalmente las inversiones culturales o deportivas suelen bastar para que los representantes de los intereses locales lesionados miren para otro lado. En último extremo las plataformas tratarán de consolarse con inútiles caceroladas, recogidas de firmas y pleitos administrativos.


¿Cuál es la alternativa?


La lucha contra el TAV no tiene sentido sino dentro de la lucha contra el modelo político y económico de sociedad a la que va asociado. No ha de reivindicar sólo otro transporte, sino otra sociedad. Es una lucha contra todas las infraestructuras típicas de una economía desbocada, autopistas, superpuertos, túneles, macroaeropuertos, etc., y también una lucha contra el automóvil, la suburbialización, la alimentación industrial, la artificialización de la vida, la destrucción del territorio, la explotación del trabajo, etc. Es una lucha antidesarrollista y anticonsumista. La lucha de los afectados por el TAV es una lucha contra la clase dirigente, por lo que ha de saber reconocerse como lucha de clases. Ha de poner en marcha mecanismos organizativos autónomos capaces de elaborar puntos de vista críticos de manera colectiva, así como formas de lucha directa alejadas de la política y el sindicalismo. De ellas ha de nacer un sujeto histórico, una comunidad de oprimidos capaz de enfrentarse como clase a las fuerzas de la dominación y cambiar el mundo según sus deseos.


Vale, pero ¿no es eso abarcar mucho y apretar poco?


Evidentemente una lucha de tal envergadura no es cosa de meses ni de guerras civiles para mañana. Es cuestión de saber fijarse objetivos a medio y corto plazo, por ejemplo, la detención de las obras. Su simple parálisis daría un respiro al territorio y sus pobladores, ralentizando la degradación. Sabotear la política de tierra quemada que emplean los dirigentes, obligándoles a retroceder mediante movilizaciones lo más numerosas posible, como en Valsusa. Cuando es la causa de la libertad la que está en juego, primero hay que ir poco a poco; después, cuando pinten la ocasión, ya se procederá de golpe.


Para acabar y a nivel más personal, ¿qué es para ti el TAV?


Es la prueba de la insolente rapidez con que unos pocos cuya autoridad cuestiono deciden cómo va a ser la vida de todos.

De Cartelera Libertaria

viernes, 23 de mayo de 2008

Aburrid@?

Y soñe con ser libre... libre de todo esto, de todo bien, de todo mal. He aprendido a mirar con desconfianza al mundo, ¿es mio lo que deseo, o soy una parte más de esta megamaquina? Me intentan enseñar, me intentan educar. Soy un consumidor de sabiduría, mi existencia se basa en consumir. Consumo exámenes, libros, materiales. Mañana consumiré hipotecas.
Y me aburro, me aburre esta vida. La vida publica es privada. La politica es un trabajo. Las calles, solo sirven para ir a comprar y al trabajo. Ya no hay vecinos, la gente no se importa. lo que antes eran huertos hoy son rascacielos. Lo que ayer era playa, hoy hoteles de lujo. Lo que empezó siendo una plaza, hoy son carreteras.
Quiero ser un perro libre. Romper con todo. Quiero sentir dentro de mi la adrenalina de la vida. No quiero dedicarme a trabajar, no quiero ser un esclavo, no quiero sentirme atado a un rol social. No quiero esta aburrida vida. No quiero que nadie me represente, yo no lo he pedido! No puedo sorportar el peso de tener que estar obligado. No quiero ver como en las calles frias sigue paseando la misma gente con un plan de vida bien hecho. Despertad! Pensar por vosotros! Yo no tengo la verdad, nunca la he tenido, no soy un iluminado, ni pretendo serlo. Pero se que esto no es vida, no la quereis, se que la rechazais. Pero teneis miedo de perderlo todo!
Vemos, como son rechazos homosexuales, negros, orientales, arabes, putas, rojos, gitanos...
¿Pero nos da igual? No, esto no deja lugar a la indiferencia. Pero tenemos miedo, y el grande nos ofrece protección, pero eso sí tenemos que obedecer a lo que ellos dicen. Es el gran hermano, el nos vigila, y nos dice que sin el nos matariamos, seriamos bestias salvajes. Y lo somos! Pero no como ellos piensan. Somos bestias sedientas de libertad!
Me habeis obligado a una vida aburrida de opresión. Pero ahora me toca jugar a mi.

Ésta vida es aburrida e injusta. Pero no me van a parar, no me vais a parar.

jueves, 22 de mayo de 2008

Libres y salvajes (Llavors d´anarquía)

Comence amb un text que vaig llegir fa poc. Es un text a on es done una visió diferent de l´anarquia. No nova, pero si diferent. Perque a mi m´agrade aquest text no vol dir que jo tinga una concepció primitivista de l´anarquia, simplement m´agrada. Volia puntualitzar una cosa, al text veureu com es parla del poder en el sentit negatiu. Jo no ho veig aixi. la meua concepció del poder es un tant post-estructuralista. El poder no es té, no es una possesió. El poder s´exerceix.
Disfruteu-lo.

En estos últimos tiempos se ha iniciado un debate muy necesario, después de tantos años de parálisis dogmática y de mirarnos el ombligo de los años treinta. Los principales centros han sido, por una parte el insurreccionalismo anarquista representado sobretodo por los compañeros del Estado Italiano y por la otra los anarquistas primitivistas representados especialmente por las corrientes anglosajonas de “green anarchy” tanto en Oregón como en el Reino Unido. Estas dos corrientes se entreveran en la corriente de “anarquía insurreccionalista verde o anticivilización”.

Es particularmente estimulante que el debate se haya desplazado desde el tedioso y repetitivo cnt’s-cgt’s (sea para distinguirse la una de la otra, o para fusionarse en quiméricas operaciones de unidad) a posiciones más frescas e interesantes, en el fondo es un debate interrumpido por más de 100 años de “anarquismo de estado”.

LA CORRIENTE DOMINANTE, EL ANARQUISMO DE ESTADO.

El anarquismo de estado es la corriente hegemónica (ser hegemónico ya es un mal principio) en el anarquismo del Estado Español y por su peso histórico esta corriente ha influido decisivamente en el anarquismo mundial y ha retrasado, de una manera difícil de determinar, el desarrollo de prácticas y de bases de pensamiento necesarias para acabar con el sistema. El actor mayoritario, pero no el único ni el principal, del anarquismo de estado ha sido la organización anarcosindical, organización definida como no anarquista, democrática y gradualista.
La principal característica del anarquismo de estado es su pretensión de heredar el sistema actual para “gestionarlo bien”, de ahí que su única elaboración modernizada sea la autogestión, entendida como la gestión directa, mediante la democracia directa, del mundo actual. Además el anarquismo de estado preconiza una organización del presente en función del futuro, ¿¿cómo será ese futuro, si su presente está lleno de secretarías generales, votaciones, escisiones y expulsiones…??.
Así pues, los municipios actuales, los barrios dormitorios, las fábricas de armas y productos químicos, las minas, las fundiciones, las explotaciones agrícolas industriales y transgénicas, los criaderos de vacas locas…. serán gestionados correctamente, por comités de colectivización correctamente elegidos, que impondrán ritmos y horarios de trabajo aprobados autogestionariamente, la contaminación reducida paulatinamente y lo más importante, las tecnologías desarrolladas para y por la dominación, en sus buenas manos, se convertirán mágicamente en instrumentos de liberación.
Al fijarse como objetivo la gestión de un sistema centralizador, es necesario diseñar una macroorganización de comités delegados, las clásicas Confederaciones Ibéricas de Comunas, Confederaciones Continentales de Comunas hasta llegar a la Confederación Mundial de Comunas. Imaginamos que todo ello con Comisiones logísticas, estadísticas de gestión delegada, con un sistema contable común y, a ser posible, un idioma común … siguiendo la repugnante consigna de que “la anarquía no es el caos, sino la más alta expresión del orden”.
En el fondo nos encontramos con una incapacidad absoluta de concebir un mundo distinto del actual, y de este modo la rebeldía, un sentimiento anarquista, se vuelca en ver como podemos gestionar antiautoritariamente este mundo autoritario, no en como construir un mundo sin autoridad.
Tendremos pues delegaciones, directas, pero delegaciones, comités de colectivización, comités de coordinación, logísticos, de estadística, técnicos especialistas competentes (para vigilar los artefactos tecnológicos y el cumplimiento de los acuerdos), especialistas y gestores, en suma PODER y AUTORIDAD.

¿POR QUÉ TENEMOS TANTAS DIFICULTADES EN CONCEBIR UN MUNDO SIN AUTORIDAD?

Vivimos rodeados de la miseria, y sin embargo, todos hemos escuchado y todos somos partícipes de la idea de que siempre habrá pobres y ricos, poderosos y humildes, listos y tontos, habilidosos y torpes, extrovertidos y apocados, altruistas y aprovechados, vivales y pringados …
Este es un lastre que hemos mamado en la familia, consolidado en las instituciones de aprendizaje (escuela, primer trabajo, calle, pandilla) y, por supuesto a lo largo de toda una vida regulada por el orden del reloj y la continua sumisión, desde al presidente del gobierno al inspector del metro.
Pero no es sólo esto: el lastre trasciende nuestras cortas vidas, arrastramos los grilletes de una domesticación de siglos (7.500, 10.000, 20.000… años). No somos capaces de ver el mundo maravilloso de plenitud y goce en el que podríamos vivir, y sólo vemos posibles los tonos grises y anodinos de las metas alcanzables, porque llevamos las anteojeras de la domesticación. Y, desdichadamente, lo que llamamos “alcanzable” no son ni siquiera migajas: las rentas básicas, los ingresos sociales, los presupuestos participativos, la cogestión …. No dejan de ser piezas de un laberinto por el que no vamos a ninguna parte, por el que permanecemos en la dominación y la explotación.

LA POLÉMICA SOBRE LA TECNOLOGÍA

La polémica sobre la tecnología es fácilmente ridiculizable (anarco-pedro-picapiedra), sobretodo con la poco afortunada etiqueta de primitivismo; pero no afrontarla evidencia que realmente no se quiere llegar a ninguna parte y que sólo se busca una cierta “profundización” de la democracia: una democracia avanzada, un industrialismo blando, un control benevolente…
Los anarquistas defensores de la civilización tecnológica olvidan que esta es el resultado de siglos de selección a favor de las formas de dominio y de opresión más eficaces y que en el camino se quedaron aquellas prácticas que favorecían la autonomía o se enfrentaban directamente al poder.
Por ejemplo, hoy la mayoría hemos perdido las habilidades de procurarnos directamente la comida, no sabemos ni prepararla, ni siquiera los agricultores saben ya trabajar de un modo autónomo. Así hemos perdido una cosa (que para muchos seria una tecnología) y su lugar ha sido ocupado por el complejo de artefactos, productos químicos, transmutados genéticos, maniobras financieras y opresión alimentaria que constituyen la tecnología de la moderna agricultura industrial.
Otro ejemplo sería el del control del cuerpo de las mujeres por nosotras mismas: la mayoría (cada vez mayor) hemos perdido un conjunto de habilidades que nos permitía tener el control sobre la sexualidad y la reproducción. Estas habilidades han sido substituidas por sanitarios, sacerdotales, artefactos clínicos, substancias químicas, el poder económico farmacéutico, la mercantilización de la salud y cosificación del cuerpo, que constituyen la tecnología de la medicina industrializada.
Como vemos no es un debate vacío, no existe la tecnología nuclear mala (centralista contaminante, policíaca… ) y la tecnología nuclear buena (descentralizada, limpia, democráticamente vigilada). Existe simplemente la tecnología nuclear, ideada para abastecer centralizadamente a hiper-consumidores centralizados y cualquier cosa que se quiera construir con ella como base devendrá inevitablemente centralizada, contaminante y con vigilancia policíaca … y por tanto un instrumento de poder.
No existe una ingeniería genética mala (en manos de corporaciones, para fomentar el control, para discriminar… ) y una ingeniería genética buena (que nos sacará del hambre y nos curará todas las enfermedades…). Existe una tecnología ideada para controlar la naturaleza y sacar de ella el máximo provecho, para inmiscuirse en la intimidad de las personas, para controlar a los individuos, que precisa enormes medidas de seguridad, centralizados… Así pues, cualquier cosa que se quiera construir con ella como base devendrá inevitablemente un instrumento de control, de dominio sobre la sociedad y la naturaleza y por tanto, un instrumento de poder.

SER CAPACES DE ELEGIR

Puestos en este punto, no se trata por tanto de discutir sobre tal o cual artefacto: ¿sois partidarios de mantener la lavadora automática?, ¿y los WC?, ¿toleráis la calefacción?, los clavos se clavan con una piedra?, ¿vendréis andando al encuentro de Oviedo? …, sino de poder situarnos en una posición que nos permita conocer qué es lo que exactamente pagamos por cada cosa, qué implica cada una de ellas y elegir, siendo conscientes de lo que implica cada elección. Si elijo comer carne en cada comida, he de saber que consumo buena parte de los recursos vegetales que pueden servir para alimentar humanos (dejando aparte otras consideraciones de cariz ético), si elijo usar un coche privado, elijo un modelo energético determinado, un modelo industrial determinado, un modelo de infraestructuras determinado y he de estar de acuerdo en soportar la carga de la destrucción del territorio, de la naturaleza, del clima y de la ocupación del espacio cotidiano por este artefacto.
En todo caso hemos de ser capaces de elegir libremente, y a lo mejor como resultado no se opta por una cosa ni por otra, sino que en condiciones nuevas se presentan opciones nuevas mucho mejores y que nosotros, enredados en una cotidianidad envolvente y lastrados por una domesticación de siglos, no somos capaces siquiera de imaginar.
El hecho es que ahora mismo no tenemos elección, solo podremos vivir de otra manera en el momento en que nos liberemos de las ataduras y de las coerciones de la sociedad estatal/capitalista.

¿CÓMO QUEREMOS QUE SEA LA SOCIEDAD QUE QUEREMOS?.

Se exige a menudo una definición clara y precisa de la sociedad que queremos construir, se hacen preguntas concretas: ¿cómo se decidirán las cosas?, ¿si uno no quiere trabajar que pasará?, ¿las minorías podrán realizar sus proyectos?, ¿nadie asegurará los intercambios?,…Otras veces se pide si tal o cual práctica real es lo que buscamos: ¿no son antiautoritarios los zapatistas?, ¿en una cooperativa no son todos iguales?, ¿el ingreso social no podría ser una buena herramienta de movilización y de pedagogía entre los oprimidos?, ¿el Foro Social Mundial no es un organismo de debate con los pies en tierra?,…
Hemos de reconocer que no tenemos programa, ni programa ni receta, y además el hecho de tener un programa hoy sería condicionar de un modo autoritario el mañana.
Estamos convencidos de que solo podemos marcarnos un camino y un objetivo, LA LIBERTAD, y que será sorprendente, y para nosotros inimaginable, aquello que crearan las personas en cuanto queden libres de la sujeción de la autoridad y de la esclavitud del trabajo. No podemos imaginar un futuro exacto porque nuestra idea del futuro es un mundo cambiante y libre, diverso y de relaciones revocables, afín y contrario, nunca fijo ni estable. En contra de los ejemplos clásicos de sociedad futura de la colmena y el hormiguero, ejemplos muy queridos por los movimientos obrero y anarquista, nosotros preferimos el modelo de sociedad no acabada, el de un ecosistema lleno de interelaciones. Preferimos vernos como un bosque, un arrecife, una selva, lugares donde los individuos serán libres, en una sociedad libre pero cambiante. Libres de la autoridad, del estado y del capital, libres en el socialismo y la anarquía.
Que no queramos definir un futuro detalladamente no quiere decir que no valoremos el ejercicio de imaginar otras posibilidades, pero evidentemente imaginarlas, no dogmatizarlas. La capacidad de imaginar un futuro diferente es lo que nos mantiene en la lucha.
Por ejemplo, en un sistema de libertad, y por tanto de ausencia del privilegio, no se puede mantener, ni extender a toda la humanidad, el modelo de consumo de energía o el de producción de residuos de los países industrializados. Sin embargo, el modo concreto de afrontarlo escapa a nuestras posibilidades. Podemos imaginar sistemas alternativos, incluso podemos poner en marcha experiencias “piloto”, pero estamos delante de unos procesos en los que estarán implicados factores que no controlamos y aún no conocemos: si hacen falta fuentes nuevas de energía, o modalidades de consumo y distribución nuevas, o relaciones diferentes con los recursos naturales. Por tanto es evidente que esto lo han de solucionar aquellos que se enfrenten realmente al problema, y en este momento los ensayos, las experiencias, los experimentos, sólo son datos, más o menos valiosos.

¿CÓMO PRETENDEMOS LUCHAR PARA CONSEGUIR TODO ESTO?.

No concebimos la separación entre la lucha y los objetivos a conseguir, de este modo los medios y las metas se confunden. Esta es una idea clásica del anarquismo, de la que nacen las ideas, de acción directa y de autogestión (en sus diversas interpretaciones).
Por ejemplo, la mayor parte de las reivindicaciones vecinales de los años setenta, en el momento en que dejaron de ser la expresión de una idea y una práctica de cambio generalizado, se quedaron en nada: un semáforo fue una señalización, un parque un terreno urbanizado, un Centro Cívico un marco de institucionalización cultural. Dejaron de ser expresiones del deseo de construir un mundo habitable, no jerárquico y más natural. La labor de separar la lucha del objetivo fue muy rentable para los izquierdistas y para el poder municipal.
Hay pues, para nosotros, una diferencia notable con aquellos que se preparan para gestionar un cambio y que centran sus actividades en los preparativos para tomar el relevo en la gestión del sistema actual. También la hay con los “alternativos” que se quedan en lo cotidiano y no hacen el paso entre lo concreto y lo general. Por ejemplo, entre la alimentación en la sociedad occidental (abundancia, despilfarro, adulteración…) y la crisis alimentaria global que está acabando con miles de personas en la mayor parte del mundo, o entre la abolición de la deuda externa a la abolición del capitalismo.
Nosotros además no aceptamos una jerarquización de las luchas, en cada ámbito son iguales entre ellas, independientemente de los “grandes objetivos” perseguidos o de la dureza de los métodos. Así, igual de importante puede ser la lucha por un semáforo que la lucha contra las prisiones, todo depende de cómo y con que objetivos se haga.
Nuestros esfuerzos se dirigen hacia la consecución de espacios de libertad y autonomía, aunque sean individuales, ensanchamiento y mantenimiento de estos espacios, recuperar conocimientos, habilidades y prácticas perdidas a lo largo de la domesticación, intervenir siempre para promover la no delegación y la autonomía individual y/o colectiva en aquellos conflictos y luchas en los que participemos. En la autogestión de las luchas, podemos encontrar que el efecto de esta práctica es hacer ver que es posible actuar y relacionarse (entre nosotros y con el poder) de una manera diferente, y multiplicar de este modo las acciones directas.
Por último, es importante tener claro que cualquier actividad actual ha de tener siempre unos objetivos concretos: la abolición del estado, del capital y de la autoridad. Y al mismo tiempo la consecución de la anarquía como un modo de vida donde todos estemos en igualdad de condiciones para disfrutar, en usufructo, los recursos necesarios para vivir, conviviendo con todos los seres del planeta, con todos los sistemas, pero eso sí, sin modos autoritarios, SIN DOMESTICACIÓN. Hemos de tenerlo claro y decirlo.

LLAVOR D´ANARQUÍA
Barcelona enero de 2002

Parlant de Revolta

I ací estem, parlant de revolta. Som moltes les persones que ho intentaren. Moltissimes més els que lluitaren, i pocs els que avui quedem. Parlem de Revolta.